- El cristalino de los bebés de menos de un año deja pasar hasta el 90% de la radiación UVA y el 50% de la UVB, llegando directamente a la retina, la parte más delicada del ojo.
- Entre los 12 y 13 años, estos porcentajes se reducen alcanzando el 60% para los UVA y el 25% para los UVB.
- A partir de los 25 años el cristalino ya funciona a pleno rendimiento y se reduce la cantidad de rayos ultravioleta que llegan a la retina.
A pesar de ello, hasta el 98% de los niños nunca llevan gafas de sol. Por esta razón, el Col·legi Oficial d’Òptics Optometristes de Catalunya (COOOC), insiste en concienciar a los padres sobre la importancia de una buena protección desde la infancia para prevenir futuras patologías oculares.
- Las gafas de sol homologadas son la mejor protección para niños y adultos.
Cuando compres las gafas de sol de tu hijo elige unas monturas envolventes que eviten la entrada de rayos UV por los laterales, y sobretodo, que sea en un establecimento sanitario óptico dónde tengas todas las garantías de protección y calidad de las mismas.