LA VIDA DIGITAL AUMENTA LA MIOPÍA
06/10/2017
Cada vez más nuestra rutina diaria gira en torno a los aparatos digitales. Sin embargo, ¿nos hemos parado a pensar qué impacto tiene en nuestra visión pasar tanto tiempo forzando la vista para mirar pantallas pequeñas?
Paralelamente al aumento de las comunicaciones digitales se ha producido un incremento de la miopía en los países desarrollados y en vías de desarrollo de todo el mundo. La miopía es un estiramiento del globo ocular. Aunque no ver bien a distancia puede ser frustrante, incluso peligroso al conducir, se puede corregir con gafas, lentes de contacto y cirugía refractiva. Sin embargo, la miopía alta se ha asociado a un mayor riesgo de trastornos oculares, incluidos desprendimiento de retina y glaucoma.
Según recientes estudios, la prevalencia de la miopía sugiere que cerca de 20,1 millones de europeos están expuestos a un mayor riesgo de complicaciones asociadas, como el desprendimiento de retina. También muestran que los más jóvenes se ven más afectados por la miopía que sus padres, lo que indica una vez más el impacto que tienen las pantallas digitales en nuestra vista. Se calcula que cerca de la mitad de los jóvenes europeos sufren miopía.
Otra conclusión interesante en distintos estudios de investigación es la relación entre el nivel de educación y la incidencia de la miopía. Sugieren que cuanto más instruida es una persona más probable es que sufra miopía. El índice de miopía es aproximadamente el doble de alto entre las personas con estudios secundarios o universitarios en comparación con los que dejaron sus estudios después de primaria. Nuevamente, esto indica que el tiempo dedicado a leer y escribir en las pantallas de ordenador en el caso de los estudios superiores puede derivar en miopía.
Por otro lados los estudios muestran que mayores niveles de actividad exterior, como deportes o actividades de ocio, se asociaban a menos índices de miopía en los estudiantes de 12 años. Además de un buen recreo, debe hacerse hincapié en la importancia de realizar un examen ocular cada año. Ya que es la mejor manera para los padres de poder diagnosticar los problemas de visión de sus hijos y corregirlos.
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